Te regalo una solución
Si ya has regalado todo el catálogo de Lékué a tus padres, esta newsletter es para ti.
Si bien ya hace meses que se viene cultivando la Navidad, el Black Friday ha desbancado al tradicional encendido navideño y al puente de diciembre como el verdadero pistoletazo de salida a las fiestas. El consumismo que todo lo puede le ha ganado la batalla a las tradiciones, y aquí estamos, agobiadas perdidas pensando en que regalar. La verdad, no seré yo quien lo critique, porque, a una servidora, LE FLIPA regalar y que le regalen.
Así que aquí estoy, con una newsletter que te va a salvar la vida si, un año más, estás en el limbo existencial de "¿qué demonios le regalo a esta persona?". Entre tus noches de insomnio y el repaso obsesivo a bazares con títulos como ‘Para los más cocinillas’, ‘Para los amantes del diseño’ o ‘Para los cafeteros’, déjame ahorrarte el trámite: la respuesta es simple. Alessi.
Seguramente sabes qué es Alessi, y probablemente en tu cocina ya esté el Juicy Salif, también conocido como el exprimidor más icónico y controvertido de la historia, firmado por un señoro del diseño: Philippe Starck*
*Nota freak para millennials: Quizás recuerdes que este señor tuvo un reality en 2009, ‘Design for Life’, producido por BBC2 y que, sorprendentemente, llegó a emitirse en abierto en España. (Bastante en la línea de los hermanos Scott. Sin comentarios).
Del aburrimiento al diseño arty
Así que no voy a aburrirte con los inicios de la marca, que tampoco tienen mucho glamour: un herrero llamado Giovanni Alessi, en 1921, en un taller del norte de Italia, haciendo utensilios tradicionales de cocina. Punto. (no quieras saber en lo que debió de convertirse durante la guerra. Lo he buscado, pero no he encontrado nada, pero te puedes hacer una idea...)
El giro llega con el nieto, Alberto Alessi. Inicialmente, su rol en la empresa familiar era supervisar la sección comercial, desarrollar nuevos productos y gestionar la comunicación. Pero no tardó en darse cuenta de que aquello no era lo suyo: el meticuloso trabajo artesanal del abuelo le resultaba, francamente, soporífero. Con aspiraciones más arty y una imaginación desbordante, Alberto decidió transformar la fábrica que había heredado en su propio patio de recreo creativo.

Dalí y Alessi: un experimento surrealista
Y ese fue su plan. Tocar a la puerta de seis artistas y pedirles que diseñaran "alguna locura". Y así nació el experimento Alessi D’Après. El cual fue un despropósito comercial. Y aunque no recibió malas críticas a nivel artístico, las propuestas eran tan complejas de producir que bloquearon la producción de la fábrica y generaron retrasos épicos en los productos que sí que se vendían. Aun así, imagino que Alberto le puso empeño porque de las seis piezas creadas, cinco llegaron a ver la luz y la única que no se llegó a producir fue la de Salvador Dalí. (Ninguna sorpresa).
Pero aunque el experimento no fuera un hit en ventas, dejó algo muy importante: la idea de que las cosas podían hacerse diferente, con un enfoque en el diseño que definió el ADN de Alessi para siempre.
Como un habitual de las marcas con historia y buen archivo de proyectos, en 2023 Alessi decidió editar "Objet inutile, vase, sur un problème de topologie négative", esa escultura que Dalí había ideado, pero que nunca se produjo. Fabricada en plata, latón bañado en oro de 24 quilates y madera de olivo, es una edición limitada de 99 unidades, numeradas y, a 6.000 euros cada una. (Y sí, aún quedan. Por si quieres algo para la mesa del salón.) No voy a entrar en lo que simboliza la pieza porque, honestamente, no voy a dedicarle más caracteres a Dalí. (Con el nombre de la pieza ya te puedes hacer una idea).
El fichaje estrella: Alessandro Mendini
Pues bien, ya que me has aguantado un rato hablando de Alessi, te diré que para mí, la mejor etapa de la marca empieza cuando el gran Alessandro Mendini entra en escena y se pone al mando de la dirección creativa. Así que, sin más preámbulos: ¡bienvenida al universo mágico de la familia Alessi!
Corrían los años 70, y Alberto Alessi seguía empeñado en meterle chispa a su marca. Tras el experimento piloto que se había marcado, decidió volver a intentarlo, pero esta vez acotando un poco más el briefing. ¿El objetivo? Reinterpretar los objetos domésticos y convertirlos en poesía visual. ¿El fichaje estrella? Mendini, un diseñador que vivía obsesionado con la estética, lo lúdico, la literatura y, ojo, los polímeros. Juntos hicieron magia.
La microciudad de tus sueños
Entre 1979 y 1983 lanzaron Tea & Coffee Piazza, un proyecto donde invitaron a 11 arquitectos puros —o sea, sin experiencia en diseño industrial— a crear servicios de té y café. La idea era que cada tetera, jarra de leche y azucarero parecieran edificios en miniatura, todos dispuestos en una bandeja que simulaba una plaza. ¿El resultado? Once microciudades de plata, producidas en ediciones limitadas de 99 piezas. Vamos, bling-bling del bueno que diría @brontesbien.
Entre los elegidos estuvieron Michael Graves, Hans Hollein, Charles Jencks, Richard Meier, Mendini, Paolo Portoghesi, Aldo Rossi, Stanley Tigerman, Oscar Tusquets, Robert Venturi y Kazumasa Yamashita. La fábrica para este delirio fue la recién inaugurada Officina Alessi, con Ettore Sottsass como coordinador de imagen. (Mendini + Sottsass en los 80... ¡fantasía absoluta!).
El experimento fue un éxito tan rotundo que otras marcas como Knoll y Rosenthal intentaron copiar la fórmula. Pero, spoiler: no les salió igual de bien. (Material para las próximas newsletters)
De todo aquel dream team, el que se llevó la medalla al imaginario colectivo fue Michael Graves. Su propuesta, una utopía plateada inspirada en la Wiener Werkstätte y la Bauhaus, parecía una microciudad que mezclaba la calidez de lo doméstico con un aire futurista digno de un sueño.
El regalo navideño definitivo
Pero lo mejor vino después. La colaboración entre Graves y Alessi no terminó ahí. En 1985, llegó la joya de la corona: la tetera 9093, la más vendida en la historia de la marca (en tu cara Starck! a este no lo desbancas). Esa con el famoso pajarito rojo que pía en cuanto el agua empieza a hervir y que es todo un must de los regalos navideños. Porque a quién no le va a gustar la forma de la 9093 en la que convergen ironía, ecos Art Déco, reminiscencias de arte precolombino y Pop Art. ¡A quién!
Monica Bellucci y su tocado postmoderno
¿Necesitas más? Pues aquí va el bonus track: en 1990, una joven Monica Bellucci posó para un anuncio de Alessi con la tetera 9093 en la cabeza como si fuera un tocado postmoderno. Así que, ya sabes, si decides regalársela a tu cuñado estas fiestas, tienes tema de conversación asegurado.
La solución a tus dilemas
Quizás no te haya solucionado la vida, pero oye, la intención es lo que cuenta 😉. Puede que encuentres en el extenso catálogo de Alessi ese regalo perfecto para estas Navidades… o puede que simplemente te haya dado una buena excusa para procrastinar un rato más. Sea como sea, disfruta del proceso, regala con ganas y, sobre todo, cuídate y descansa. ❤️
Todo en Alessi es bien, es alegría, es buen diseño, son ideas, lo es todo. Viva!